En el corazón industrial de Guangzhou, en el sur de China, el sonido incesante de máquinas de coser da vida al fenómeno global de la moda ultrarrápida. En este lugar, conocido como el «pueblo Shein,» miles de fábricas trabajan sin descanso para llenar los armarios de más de 150 países con prendas económicas y modernas. Pero detrás de cada camiseta o vestido de $10 hay una historia de largas jornadas laborales, salarios ajustados y condiciones que ponen en jaque los derechos de los trabajadores.
La Rutina Extenuante del «Pueblo Shein»
En el distrito de Panyu, donde se concentran unas 5,000 fábricas proveedoras de Shein, los trabajadores viven jornadas laborales que exceden las 75 horas semanales. Algunos empleados revelaron que trabajan todos los días del mes, descansando apenas uno. A pesar de que las leyes laborales chinas estipulan una semana laboral máxima de 44 horas, estas fábricas operan bajo un ritmo frenético dictado por la demanda global.
«Si un mes tiene 31 días, trabajo 31 días,» confesó un trabajador a la BBC. Las jornadas de 10, 11 o incluso 12 horas son comunes, y las luces de las fábricas permanecen encendidas hasta bien entrada la medianoche.
El Éxito de Shein: Un Imperio de Contradicciones 
Shein, valorada en $60,000 millones en 2023, ha superado a gigantes como H&M y Zara gracias a su modelo de moda ultrarrápida. Sin embargo, este meteórico ascenso está rodeado de controversias. En el último año, la empresa ha enfrentado acusaciones de explotación laboral, incluidos casos documentados de trabajo infantil.
En respuesta, Shein declaró a la BBC: «Estamos comprometidos a garantizar el trato justo y digno de todos los trabajadores dentro de nuestra cadena de suministro.» No obstante, los reportes sobre jornadas extenuantes y salarios bajos contrastan con estas afirmaciones.
Condiciones de Trabajo: Más Allá de los Límites Legales
El salario base promedio de un trabajador en estas fábricas es de 2,400 yuanes ($327), significativamente inferior a lo que organizaciones como la Asia Floor Wage Alliance consideran un «salario digno.» Para alcanzar ingresos de 4,000 a 10,000 yuanes, muchos empleados recurren a horas extras ilegales.
Además, las fábricas enfrentan presiones económicas por parte de Shein, que fija los precios de producción y deja poco margen de ganancia para los dueños. Este modelo obliga a recortar costos, generalmente a expensas de los trabajadores.
Cuestionamientos Éticos y Vigilancia Internacional
El éxito de Shein también ha llamado la atención de gobiernos y organizaciones internacionales. Washington, por ejemplo, ha expresado preocupaciones sobre las prácticas laborales de la empresa y sus supuestos vínculos con trabajo forzado en la región de Xinjiang, conocida por su producción de algodón.
Para enfrentar estas críticas, Shein ha comenzado a monitorear más de cerca a sus proveedores, especialmente en medio de planes para salir a la Bolsa de Valores de Londres. Sin embargo, expertos como el profesor Sheng Lu advierten que la transparencia sigue siendo un desafío clave para la empresa.
El Lado Humano del «Pueblo Shein»
A pesar de las condiciones difíciles, algunos trabajadores ven en Shein una fuente de estabilidad económica y hasta un motivo de orgullo. «Shein paga a tiempo, eso es algo que no todas las empresas hacen,» comentó un supervisor. Para otros, las largas jornadas y la presión constante son simplemente una parte más de su realidad cotidiana.
¿A qué Precio Vestimos la Moda?
La popularidad de Shein entre los consumidores de todo el mundo ha puesto de manifiesto la paradoja de la moda ultrarrápida: prendas accesibles, pero a costa de condiciones laborales cuestionables. Mientras los compradores buscan su próxima ganga, en Guangzhou, miles de trabajadores continúan alimentando este sistema con su esfuerzo incansable.
¿Qué opinas de las condiciones de trabajo detrás de la moda ultrarrápida? Déjanos tus comentarios en Al Día 24/7.
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