Desde el hospital, el pontífice argentino compartió un emotivo mensaje de voz para sus fieles, mientras su estado de salud sigue en observación.
Tras casi tres semanas internado en el hospital Gemelli de Roma, el papa Francisco rompió el silencio este jueves al enviar su primer mensaje de voz a los fieles que se congregaban en la Plaza de San Pedro para orar por su recuperación.
En un tono frágil, pero cargado de gratitud, el pontífice de 88 años agradeció las muestras de apoyo y cercanía, dejando claro que, aunque se encuentra apartado de la agenda pública, sigue conectado espiritualmente con los millones de católicos que siguen atentos a su evolución.
🗣️ «Agradezco de todo corazón las oraciones que hacen por mi salud desde la plaza. Los acompaño desde acá. Que Dios los bendiga y que la virgen los cuide. Gracias», dijo en español el sumo pontífice, en un audio breve pero lleno de simbolismo.
📍 Su salud, aún bajo estricta vigilancia
Desde el pasado 14 de febrero, el papa Francisco permanece internado por una infección respiratoria aguda que se complicó con episodios de insuficiencia respiratoria, obligándolo a recibir ventilación mecánica no invasiva en los días más críticos.
Aunque en las últimas horas ha mostrado mejoría, volviendo al uso de mascarilla de oxígeno de alto flujo, el Vaticano mantiene su estado de salud como reservado, lo que implica que aún no está fuera de peligro.
🌍 Un papa marcado por las batallas médicas
Francisco, quien perdió parte de un pulmón en su juventud debido a una pleuresía, ha atravesado múltiples problemas de salud en los últimos años, desde operaciones intestinales hasta complicaciones respiratorias recurrentes.
Su prolongada ausencia pública —la más extensa en sus doce años de pontificado— obligó a suspender o delegar actos clave como la celebración del Miércoles de Ceniza, una de las fechas más importantes en el calendario litúrgico.
🙏 La fe de millones, un aliento constante
Mientras el pontífice lucha por su recuperación, la fe de los fieles no ha flaqueado. Cientos de personas continúan reuniéndose cada día en la Plaza de San Pedro, encendiendo velas y elevando plegarias por la salud del líder de la Iglesia católica.
El breve mensaje de voz no solo tranquilizó a quienes temían lo peor, sino que reafirmó el carácter cercano y humano de un papa que, incluso en su fragilidad física, busca mantenerse conectado con su pueblo.
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