El regreso de los primeros migrantes venezolanos deportados desde Estados Unidos ha marcado un punto de inflexión en la tensa relación entre Caracas y Washington. La llegada de dos vuelos con 190 venezolanos a bordo no solo representa el reinicio de las repatriaciones, sino que también ha sido interpretada por el gobierno de Nicolás Maduro como una oportunidad para abrir una nueva etapa en las relaciones bilaterales.
El regreso de los migrantes: ¿política o humanitarismo?
En un acto transmitido en cadena nacional, Maduro destacó la llegada de los venezolanos como un hito de su “diplomacia de paz”, asegurando que la repatriación se llevó a cabo en condiciones dignas y seguras. “Hemos dado un paso favorable, positivo”, afirmó el mandatario, subrayando su disposición a negociar con Estados Unidos.
Diosdado Cabello, ministro de Interior, recibió personalmente a los migrantes en el aeropuerto de Maiquetía, donde enfatizó el sentimiento patriótico de quienes regresaban. “Lo primero que hicieron fue cantar el himno nacional en una muestra de sentirse en su patria”, expresó.
Presuntos criminales y tensiones diplomáticas
Sin embargo, no todo fue celebración. Washington notificó a Caracas que en los vuelos había personas con presuntos vínculos con el crimen organizado, particularmente con la banda “Tren de Aragua”. La Casa Blanca justificó la medida como un paso para “hacer de EE.UU. un país seguro otra vez”, en un tono que deja entrever que las tensiones entre ambos países aún no se han disipado.
Cabello aseguró que todos los deportados serán sometidos a un proceso de verificación, incluyendo antecedentes penales, para determinar su estatus legal.
Maduro pide el fin de las sanciones
En su intervención, Maduro aprovechó la oportunidad para insistir en su demanda a Estados Unidos: el levantamiento de las sanciones. Según el mandatario, si Washington accede a eliminar las restricciones económicas, la migración venezolana se reduciría drásticamente.
“Le dije al embajador Grenell: levanten todas las sanciones y les aseguramos que ningún venezolano más saldrá de Venezuela”, sostuvo Maduro, en referencia a su reciente reunión con el enviado especial de Donald Trump.
¿Reconciliación en puerta?
Si bien la llegada de los deportados ha sido vista como un primer acercamiento diplomático, los expertos advierten que el camino hacia una relación estable entre Venezuela y Estados Unidos aún es incierto. Las sanciones, el reconocimiento del gobierno de Maduro y la crisis migratoria siguen siendo puntos de fricción entre ambas naciones.
Con la campaña presidencial en EE.UU. en marcha y un posible regreso de Trump al poder, las dinámicas políticas podrían cambiar nuevamente. ¿Será este el inicio de un nuevo capítulo entre Caracas y Washington o simplemente un gesto estratégico en medio de una contienda política?
👉 Sigue toda la cobertura en Al Día 24/7 y mantente informado sobre los cambios en la relación entre Venezuela y Estados Unidos.