La administración Trump retoma la presión sobre Venezuela y pone fin a los acuerdos petroleros establecidos en 2022.
Un cambio drástico en la política energética de EE.UU.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles la reversión de las concesiones otorgadas al petróleo venezolano por la administración de Joe Biden en 2022, asegurando que «el régimen de Maduro no ha cumplido con las condiciones impuestas».
La medida, que entrará en vigencia a partir del 1 de marzo, rescinde la licencia ampliada que permitía a Chevron Corp. importar petróleo o productos petrolíferos de sus operaciones en Venezuela.
«Biden hizo un acuerdo que Maduro no ha respetado. No ha cumplido con los compromisos democráticos ni con la recepción de migrantes irregulares deportados. Por lo tanto, este acuerdo se rescinde inmediatamente», afirmó Trump en su red social Truth Social.
El trasfondo del acuerdo revertido
La administración Biden aprobó la licencia en noviembre de 2022 tras el anuncio de un reinicio del diálogo entre el gobierno de Maduro y la oposición venezolana. En ese momento, la medida buscaba aliviar la crisis energética mundial y mantener una vía diplomática con Caracas.
No obstante, la reelección de Nicolás Maduro para un tercer mandato en 2025, en medio de acusaciones de fraude por parte de la oposición, provocó una escalada de tensiones entre ambos países.
El Departamento del Tesoro había estipulado que la licencia concedida impedía a Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA) recibir ganancias directas de las ventas de petróleo operadas por Chevron. Sin embargo, con la nueva decisión de Trump, la flexibilización desaparece, volviendo a imponer restricciones económicas al régimen chavista.
Deportaciones y sanciones: un nuevo frente de batalla
Otro factor clave en la decisión de Trump es la cuestión migratoria. El mandatario aseguró que Caracas «no ha cumplido con recibir a los migrantes deportados al ritmo acordado», razón adicional para retirar los beneficios petroleros.
Desde que asumió su segundo mandato, Trump ha enviado tres vuelos con deportados a Venezuela, el más reciente aterrizando en Caracas este lunes. La presión para que Maduro acepte más repatriaciones podría marcar el siguiente capítulo de este enfrentamiento diplomático.
¿Qué significa esto para Venezuela y el mercado petrolero?
La decisión de Trump representa un duro golpe para la economía venezolana, que había comenzado a reactivar su producción petrolera gracias a las concesiones de Biden. Ahora, con la reimposición de sanciones, la exportación de crudo venezolano podría volver a desplomarse, afectando los ingresos del país.
El regreso de una política de «máxima presión» también podría influir en las relaciones de Venezuela con China, Rusia e Irán, aliados estratégicos del régimen chavista que han mantenido su apoyo en momentos de sanciones.
Mientras tanto, la Casa Blanca reafirmó su postura sobre Venezuela. «El presidente Trump se opone firmemente al régimen de Maduro», afirmó la portavoz Karoline Leavitt, desestimando versiones de un supuesto acercamiento con Caracas.
Un escenario incierto para el futuro energético y político
Con esta nueva jugada, Trump busca restablecer su línea dura contra Maduro y enviar un mensaje a la comunidad internacional: las sanciones están de vuelta.
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