A pesar de una orden judicial que prohibía la medida, el gobierno de Donald Trump deportó a más de 200 venezolanos a El Salvador, donde fueron recibidos por un fuerte despliegue policial y trasladados a la megacárcel del Cecot. Entre los deportados, según las autoridades estadounidenses, se encontraban presuntos integrantes de la banda criminal Tren de Aragua y miembros de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13).
Deportaciones en abierto desacato judicial
El avión que transportaba a los deportados aterrizó en El Salvador pocas horas después de que un juez federal de EE.UU. prohibiera estas deportaciones, argumentando que la ley utilizada por Trump, la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, no era aplicable en este caso.
El juez James Boasberg, del Distrito de Columbia, había ordenado la suspensión inmediata de la medida durante 14 días, alegando que EE.UU. no está en guerra y que no se puede justificar la deportación masiva sin debido proceso.
Sin embargo, el secretario de Estado, Marco Rubio, confirmó que las deportaciones se llevaron a cabo y agradeció al presidente salvadoreño Nayib Bukele, calificándolo como «el líder de seguridad más firme de nuestra región».
Bukele se burla de la decisión judicial
El presidente salvadoreño reaccionó con ironía a la polémica decisión y publicó en redes sociales un mensaje en tono desafiante:
«¡Uy!… demasiado tarde.»
Bukele también detalló que los detenidos fueron trasladados directamente al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), donde permanecerán por un año, renovable.
Según reportes de la agencia AP, EE.UU. habría pagado 6 millones de dólares a El Salvador para que albergara a los deportados en su sistema penitenciario.
El Cecot: la temida «megacárcel» de El Salvador
El Cecot, con capacidad para 40,000 reclusos, ha sido el símbolo de la política de mano dura de Bukele contra el crimen organizado. Videos difundidos por el gobierno salvadoreño muestran a los deportados esposados, con la cabeza agachada y siendo escoltados por agentes fuertemente armados.
Grupos defensores de derechos humanos han denunciado que el Cecot viola derechos fundamentales y que sus condiciones son inhumanas.
Venezuela condena la deportación
El gobierno venezolano condenó la medida y la comparó con episodios oscuros de la historia, desde la esclavitud hasta los campos de concentración nazis.
«Estas acciones reflejan el desprecio por los derechos humanos y la aplicación de políticas racistas y discriminatorias», indicó un comunicado del gobierno de Nicolás Maduro.
A pesar de las denuncias y el rechazo de la comunidad internacional, el gobierno de Trump sigue adelante con su agenda de deportaciones masivas, enmarcada en su política de tolerancia cero contra la inmigración ilegal.
¿Un golpe de efecto político?
La expulsión de los venezolanos a El Salvador es vista como un movimiento estratégico de Trump para reforzar su imagen de firmeza en materia migratoria. Sin embargo, las cifras muestran que su administración ha deportado menos inmigrantes en febrero de 2025 que en el mismo mes de 2024, bajo el mandato de Joe Biden.
Las reacciones a esta decisión siguen generando tensión diplomática, y se espera que los tribunales de EE.UU. determinen en los próximos días si se tomarán medidas legales contra la administración de Trump por el desacato judicial.
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